Pues asi estan las cosas, que a los españoles nos va lo de ligar en el trabajo y si es con el jefe pues parece que mejor.
Solo nos ganan Grecia y Holanda, pero en lo de revolotearle al jefe/a somos los primeros. Que no me lo juren, que ya lo he sufrido en mis carnes (lo de presenciar como alguien se dedicaba a hacerle ver al jefe que era un hombre atractivo y deseable y luego partirse de risa por detras, pero luego con los frutos esperados que es lo que tiene). Siempre andamos por los primeros puestos en cuestiones de este estilo, en fin.
